Breve historia del Homeschooling

El movimiento moderno de homeschool comenzó en 1970 cuando John Holt, conocedor de la teoría de la educación y quien apoyaba la reforma educacional, comenzó a argumentar que la enseñanza formal en establecimientos educacionales creaba un ambiente de opresión en las salas de clases, lo que perseguía crear trabajadores sumisos. Holt hizo un llamado a los padres a liberar a sus hijos de la educación formal y seguir el método que hoy conocemos como unschooling o desescolarizado. Quienes seguían las ideas de Holt se informaban a través del boletín Creciendo sin colegio, el que fue fundado en 1977.

Los argumentos de Holt influyeron rápidamente a las primeras familias que comenzaron a enseñar en casa. Raymond Moore, amigo de Holt y educador, apoyaba las ideas de éste argumentando que la educación temprana iba en detrimento de los niños, pues estos debían ser enseñados hasta la edad de ocho o nueve años en sus hogares. El objetivo que esto perseguía era poder darles una educación firme, psicológica y con valores morales. Su obra llamada Home Grown Kids rápidamente alcanzó popularidad y fue una obra de inspiración para principiantes en educación en el hogar.

Cuando Holt y Moore comenzaron a promover la educación en el hogar, esto era legal en todos los Estados; sin embargo, en algunos estaba sujeto a diversas regulaciones (por ejemplo, algunos estados exigían licencias para enseñar). Los primeros educadores en el hogar generalmente trabajaban con las juntas escolares locales, cumpliendo con los requisitos y presentando sus planes de educación. En aquellos casos en los que los educadores en el hogar enfrentaron desafíos, las organizaciones fundadas por Holt y Moore ofrecieron ayuda para mediar con los funcionarios locales de las escuelas y, si era necesario, también brindaban asistencia legal.

Durante la década de 1980, el tenor de la educación en el hogar cambió cuando una nueva ola de personas entró en el movimiento. Estos eran cristianos evangélicos y fundamentalistas involucrados en la retórica de guerras culturales sobre las escuelas públicas como «invernaderos satánicos». Dada la credibilidad del fundador de “Focus on the Family”, James Dobson, y el apoyo inicial de Moore, estos nuevos educadores en el hogar adoptaron una perspectiva antagónica hacia los administradores de las escuelas públicas que ellos consideraban malas. Fue en este momento en que comenzaron las batallas legales. Los educadores en el hogar se encontraron frente a funcionarios de escuelas públicas locales que no cooperaban, quienes respondieron de manera aún más negativa cuando se enfrentaron a litigios. También influyó el hecho de que algunos de ellos se sintieron amenazados por el creciente número de educadores en el hogar.

Si bien Holt y Moore juntos fundaron el movimiento de educación en el hogar (sus libros y publicaciones fueron el motor de éste en sus primeros años), su liderazgo no duró más allá de la década de 1980. Holt murió en 1985, y Moore se vio marginado por los nuevos líderes; uno de ellos fue Michael Farris.

Michael Farris, abogado y padre de educación en el hogar, fundó la Asociación de Defensa Legal de la Educación en el Hogar (HSLDA por sus siglas en inglés) en 1983. A principios de la década, los educadores en el hogar generalmente habían trabajado junto con los funcionarios de las escuelas públicas locales, con la ayuda necesaria de los esfuerzos de Holt y Moore. Sin embargo, a medida que las relaciones con los funcionarios locales se volvieron más tendenciosas, una variedad de organizaciones, algunas religiosas y otras seculares, se involucraron en esfuerzos legales en nombre de los educadores en el hogar y trabajaron para cambiar las leyes estatales. HSLDA fue una de estas organizaciones, aunque otras hicieron la mayor parte del trabajo pesado antes de que existiera o mientras aún estaba en su infancia. A principios de la década de 1990, HSLDA se hizo un nombre al lograr resolver y solucionar las últimas obstrucciones legales.

Michael Farris usó tanto su reconocimiento por luchar en las últimas batallas legales restantes como sus conexiones con otros líderes influyentes de educación en el hogar, como Greg Harris y Sue Welch, para posicionar a HSLDA y éste se convirtiera en «el centro neurálgico de una infraestructura de movimiento nacional». Con la ayuda de estos otros líderes más nuevos de educación en el hogar, Farris llevó a cabo un golpe virtual del movimiento de educación en el hogar y, a mediados de la década de 1990, llegó a controlar tanto el sistema de redes del movimiento como su imagen pública. Todavía existían grupos y organizaciones seculares de educación en el hogar, pero se vieron eclipsados ​​por el poder político y la fuerza organizativa de HSLDA, que fue ayudado por su compromiso con la estructura jerárquica.

Mientras tanto, la educación en el hogar ha seguido creciendo a pasos agigantados, especialmente porque se ha convertido cada vez más en una alternativa educativa aceptable. Un número creciente de familias han comenzado la educación en el hogar por razones no pedagógicas ni religiosas, sino por razones pragmáticas individuales, incluidas las preocupaciones sobre el acoso escolar o la mala calidad de las escuelas locales. Esta creciente diversidad, combinada con la llegada de Internet, ha abierto redes de información y tiene el potencial de cambiar la cara del movimiento.